Exvotos: de milagros a obras de arte

El 18 de noviembre de 1928 un campesino fue asaltado y herido dos veces con un arma filosa. Mientras esperaba ayuda, se encomendó a la Virgen de Guadalupe, quien de manera milagrosa le concedió la recuperación.

Esta es la historia que se puede leer en la parte inferior de un exvoto realizado en Guanajuato hace más de un siglo y que forma parte de las miles de representaciones pictóricas de tragedias y milagros que todavía se conservan en México, pero ¿qué es un exvoto?

Si no has escuchado esta palabra antes, no te preocupes, este texto es para ti. 

¿Ex qué?

Exvoto significa “proveniente de un voto” y es un término que se usa para hacer referencia a las imágenes con las que las personas agradecen a Dios, la Virgen o algún santo, después de que estos les cumplen un milagro.

Estas imágenes generalmente muestran la situación en la que estaba la persona, por ejemplo, en cama por una grave enfermedad y a la divinidad que los ayuda a superar el problema. Muchas veces, además, se incluye una pequeña narración del hecho en la parte inferior.

Normalmente, las pinturas que conforman los exvotos son realizadas al óleo sobre lámina o madera y sus autores son en su mayor parte desconocidos, aunque algunas sí llevan una firma. 

¿Cómo surgió esta tradición?

Si lo pensamos un poco, nos daremos cuenta de que los exvotos han estado presentes en todas las culturas, sólo que toman diferentes formas dependiendo las características religiosas de cada una de ellas. Por ejemplo, no son tan diferentes de las ofrendas de animales que los griegos hacían a los dioses para hacerles una petición.

Sin embargo, estas representaciones pictóricas en específico surgen en Italia hace más de 500 años (durante el final de la Edad Media) cuando los creyentes, para agradecer la asistencia de la divinidad en su etapa de necesidad, comenzaron a dejar estos retablos en las iglesias. La práctica se extendió por Europa y llegó a la Nueva España.

En México, los exvotos comenzaron a ser elaborados durante el siglo XVIII (cuando todavía éramos Nueva España) y se han convertido en un ejemplo más de la riqueza cultural del país.


 La Basílica de Guadalupe y su colección de exvotos

Millones de peregrinos acuden a la Basílica de Guadalupe cada año (más de 11 millones sólo en 2022) y muchos de ellos lo hacen para darle las gracias a la Virgen, por lo que no es de sorprender que este espacio cuente con una de las colecciones de exvotos más grandes, los cuales son dejados por los visitantes a manera de ofrenda.

Los mejores ejemplares son exhibidos en el museo (que ya cuenta con más de 1,300 en su acervo). Además, todos son fotografiados y registrados, algo que no sucede a menudo en otras iglesias.

Los exvotos y los artistas

Aunque los exvotos eran considerados por los creyentes como una manera de reconocer el milagro que se les había concedido, para los artistas del siglo pasado (entre ellos Diego Rivera, Frida Kahlo y Gerardo Murillo -mejor conocido como Dr. Atl-) estos tenían también una característica estética y artística, por lo que se dedicaron a coleccionarlos, divulgarlos e incluso hasta pintar sus propias propuestas. 

Frida Kahlo realizó uno después de su accidente con el tranvía 

En 1925, cuando tenía 18 años, Frida sufrió un accidente cuando el autobús en el que iba chocó con un tranvía y le rompió la pelvis y la columna vertebral. Frida se inspiró en este suceso para crear un retablo dedicado a Nuestra Señora de los Dolores.

Gabriel Fernández Ledesma incorporó el exvoto a una de sus pinturas. 

En Niña, una de sus obras tempranas, el pintor y coleccionista de arte popular incorporó un exvoto al retrato de una pequeña, quien lo tiene de decoración en la pared o como recuerdo de un milagro concedido.

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