El hombre que pintaba con oro

Hace unas semanas, la casa de subastas Sotheby´s de Londres se llevó una grata sorpresa. El precio de una de las pinturas subastada durante su venta nocturna alcanzó el récord de la obra más cara jamás vendida en una subasta en Europa.

Se trató de “La dama del abanico” de Gustav Klimt, una de las últimas piezas realizadas por el pintor austriaco antes de morir (de hecho, no se sabe si está terminada), la cual recaudó la cifra de 108 millones de dólares (se estimaba que se vendería en 80 millones). Pero ¿qué hace tan especial a esta obra y a su creador? ¿por qué, más de cien años después de su muerte, lo seguimos considerando tan valioso?

¿Quién fue Gustav Klimt?

Hijo de un artesano (quien coincidentemente trabajaba con oro) Gustav Klimt (nacido en julio de 1862 en Austria) mostró sus talentos artísticos desde muy chico, lo que lo llevó a estudiar con una beca en la Escuela de Artes y Oficios de Viena donde se entrenó como pintor arquitectónico.

De hecho, él, su hermano Ernst (quien estudió en la misma escuela) y su amigo Franz Matsch fundaron un colectivo y comenzaron a trabajar juntos en decoración interior. Entre sus trabajos más conocidos están los que realizaron en el patio del Museo de Historia del Arte de Viena, en los techos del Palacio Sturnany e incluso en la escalera del castillo del rey Carlos de Rumania.

Sin embargo, fue justo cuando tenía más éxito como pintor clásico, que Klimt empezó a experimentar con estilos como el Art Nouveau (por el que es conocido actualmente). El grupo se separó y (después de la muerte de su hermano en 1892) Klimt se aisló y dejó de realizar pinturas por encargo.

Fundador de un movimiento sin reglas

En la época después de la muerte de su hermano, Klimt empezó a inspirarse en estilos no muy bien vistos por la academia vienesa, como los orientales (en especial el japonés). Esto lo llevó a oponerse a las convenciones y, junto con otros 40 artistas vieneses destacados, renunció a la Academia de las Artes y fundó la “Unión de Pintores Austriacos”, mejor conocida como la Secesión (de la que fue elegido presidente). Si bien la Unión no tenía objetivos claramente definidos, ni apoyaba a estilos particulares, una cosa sí era clara: estaba en contra del elitismo de la academia y de sus estilos conservadores.

5 datos sobre su “fase dorada”

Así como Picasso tuvo un periodo azul, Klimt es recordado por su utilización de la hoja de oro, un material que adoptó en la última parte de su carrera y que ahora se conoce como su fase o época dorada.

  1. En general, se considera que este período comenzó a fines de la década de 1890 y duró hasta alrededor de 1908.
  2. Durante esta época, Klimt produjo algunas de las pinturas más conocidas y apreciadas del arte moderno.
  3. En esta época, sus pinturas tuvieron un gran éxito comercial.
  4. Se cree que una de sus inspiraciones fueron los mosaicos bizantinos que vio durante un viaje a Italia en 1903.
  5. “El Retrato de Adele Bloch-Bauer” y “El Beso” son consideradas como obras maestras del arte moderno y como algunos trabajos más importantes del pintor.

Se armó un escándalo

Aunque Gustav Klimt es de esos artistas que sí gozó de fama y fortuna durante su vida, no todo fue miel sobre hojuelas, pues algunas de sus pinturas causaron controversia y fueron descritas por los críticos de la época como pornográficas y pervertidas.

Unas de las más famosas fueron los cuadros “Filosofía”, “Medicina” y “Jurisprudencia” que creó para la Universidad de Viena. Los tres fueron duramente criticados por su estilo radical y por mostrar lo que, según las costumbres de la época, eran consideradas como figuras demasiado sexuales. Desafortunadamente, las pinturas fueron destruidas durante la Segunda Guerra Mundial y sólo quedan reproducciones en blanco y negro.

Otras obras que no son “El Beso” y que debes conocer

Posiblemente conoces “El beso” (titulado por Klimt como “Los amantes”), la imagen más famosa del pintor austriaco en la que se puede ver a una pareja enamorada y que ha pasado a ser parte de nuestro imaginario colectivo, pero ¿has visto otras obras de este artista?

“Retrato de Adele Bloch-Bauer” 

Es considerado uno de los trabajos más importantes del período dorado de Klimt. El pintor se inspiró en las pinturas incrustadas en las paredes de los templos, donde destacaba el uso del oro.

“Judith I” 

Esta pintura consiste en un retrato de una mujer (en este caso es Judith, la figura bíblica famosa por matar a Holofernes, un invasor) rodeada de diseños decorativos y sobre un fondo dorado.

“Dánae”

Representa a la princesa griega Dánae desnuda y recostada en una cama mientras Zeus se transforma en una lluvia dorada. La obra fue criticada por ser explícita y sexualmente sugestiva.

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