La Fonoteca y los sonidos en peligro de extinción

Si unimos las palabras cultura y sonido, lo más probable es que lo primero que se nos venga a la cabeza sea algún tipo de composición musical (generalmente clásica e instrumental); sin embargo, ninguno de nosotros pensaríamos, por ejemplo, en el sonido que anuncia los tamales oaxaqueños por las calles de la ciudad (“Hay tamales oaxaqueños, tamales calientitos”) o en las radionovelas que hace unos décadas sonaban en la radio.

Esos sonidos, aunque nos parezcan cotidianos y muchas veces insignificantes, en realidad forman parte del patrimonio cultural de nuestro país y, (aunque usted no lo crea) existe una institución encargada de preservarlos: la Fonoteca Nacional.

¿El sonido puede ser considerado patrimonio cultural?

El sonido no sólo permea todas las dimensiones de la vida de las personas: económica, ambiental y social, si no que es crucial para el desarrollo de las distintas culturas. Por esto, instituciones dedicadas a proteger y preservar la cultura, como la UNESCO, buscan documentar y salvaguardar los sonidos, los cuales pueden ir desde ruidos cotidianos y expresiones lingüísticas, hasta canciones tradicionales o relatos orales.

Para proteger este patrimonio la UNESCO ha creado distintos archivos, entre los que se incluyen:

  • La Colección UNESCO de Música Tradicional del Mundo que incluye más de 100 grabaciones de música tradicional de entre 1961 y 2003.
  • La colección de grabaciones sonoras históricas incluye reportajes de radio, programas especialmente producidos, entrevistas y otras grabaciones desde finales de los años 1940 hasta los años 1980.
  • Ls Memoria del Mundo (de la que ya hemos hablado), un archivo creado en 1992 que incluye todo tipo de documentos con un valor histórico o cultural.

¿Cómo surgió la Fonoteca Nacional?

La Fonoteca Nacional de México tiene sus raíces a mediados del siglo pasado, cuando surgieron las primeras iniciativas para resguardar archivos visuales y fotográficos (pensemos, por ejemplo, en la Cineteca); sin embrago, los archivos sonoros no fueron incluidos en estos archivos hasta que, en 1980, la UNESCO recomendó que los países salvaguardaran los sonidos que eran parte importante de su cultura.

Con esto en mente, en 2001 México decidió crear la Fonoteca, la cual abrió sus puertas el 10 de diciembre de 2008. Desde entonces, esta institución desempeña un papel crucial en la preservación de la memoria sonora de la nación y en la promoción de la riqueza cultural y musical de México. A lo largo de los años, la Fonoteca Nacional ha desarrollado proyectos de digitalización y catalogación para facilitar el acceso a su acervo, además de organizar eventos y exposiciones para el público. A partir de 2021, la Fonoteca Nacional cuenta con más de 580 mil documentos sonoros en diversos formatos.

Grabaciones y más

La Fonoteca tiene su sede en Coyoacán, al sur de la Ciudad de México, en una edificación construida hace más de 200 años y conocida como Casa Alvarado. Aquí, no sólo encontrarás los archivos sonoros (como en una biblioteca), sino que podrás aprender sobre la forma en la que se preservan, pues cuenta con su propio edificio de preservación (dividido en tres pisos).

Además, también tiene una audioteca (ésta sí como una biblioteca)  donde cualquiera puede acceder y consultar los archivos sonoros, una sala de lectura donde se pueden consultar cerca de 2 mil libros especializados en música y un jardín sonoro donde se pueden escuchar obras de arte sonoro, composiciones experimentales y música de los catálogos.

Sonidos en peligro de extinción

Entre las joyas escondidas de la Fonoteca Nacional y que, además, se puede escuchar a través de su página web, está un registro de los sonidos en peligro de extinción. Composiciones sonoras que forman parte de nuestra historia pero que poco a poco se han ido perdiendo, las cuales están divididas en tres categorías.

Lenguas indígenas

En este registro se encuentran grabaciones de nueve lenguas indígenas que, por el pequeño número de hablantes que todavía la usan, se encuentran en peligro de extinción. El Pápago, por ejemplo, hablado en Sonora y Arizona, solo tiene 94 hablantes actualmente.

Animales

Los sonidos de algunos de los animales endémicos de nuestro país y que actualmente se encuentran en peligro están también en este archivo que contiene 10 registros. El sonido de la víbora de cascabel y de la ballena azul están entre estos.

Oficios

Desde el sonido de una maquina de escribir, hasta la canción que anuncia la venta de merengues. En este registro puedes escuchar los 10 oficios que cada vez escuchamos menos en las ciudades.

Compartir

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Suscríbete
Aquí

Estás a un click de comenzar a recibir Arteando

 

Recibe Noticias

 

Arte para los inexpertos